sábado, 12 de junio de 2010

Manga de NANA


Ai Yazawa me sorprende con sus cosas, me encanta este manga y la verdad lo recomiendo mil veces... claro que al que le guste el Josei (es un anime shōjo tipo novela)...

leanlo por onemanga o 1000manga

miércoles, 9 de junio de 2010

Cuando no buscas algo


Las ilaciones se han ido de vacaciones y al regresar la soledad ha tomado su lugar para impedirle que me haga soniar

domingo, 6 de junio de 2010

Mejor que nadie?


hoy me di cuenta que cuando no existe tal cosa como "el complejo de superioridad".
mas bien los que nos consideramos "entre dos" y criticamos a aquel que es
supuestamente superior, solo estamos estancandonos en la mediocridad que nos hemos
construidos para apoyarnos en ella y no esforzarnos por hacerlo mejor.

Silencio al que no tenga nada que decir, y mil voces para aquel que calla por miedo.

jueves, 3 de junio de 2010

Bajo aquella puerta



Esta es una historia que estoy escribiendo...

Era un lindo día. Un sol brillante sin nubes que recubriesen su enorme brillantez y hermosura; soplaba brisa fresca de invierno, llevando consigo el mensaje de que estaba todo en orden.

La cabellera rubia de una chica envuelta en una chaqueta blanca, sobresalía entre el marco de la puerta. Miraba fuera para cerciorarse de no llevar paraguas por el día anterior que había llovido a cantaros haciendo que se contagiara de un resfriado que le haría regresar a casa en cualquier momento, luego de haber pagado un taxi hacia su trabajo; no era del tipo de persona que gustaba de quedarse en casa cuando se sentía enferma, sus ocupaciones estaban en primer lugar, aun cuando sentía que se desmayaba y caía al suelo duro y frío, dejando volar en el aire una montaña de papel que cargaba antes de no poder mas.

Sepultada bajo los papeles en su cara, dejaba notar una apariencia pálida como las hojas que la adornaban yacida, y una nariz enrojecida por la constante fricción del pañuelo.

-¡Dios mío!-, gritó la señora que bailaba limpiando los pisos con su trapeador, de aquí para allá. De pronto el tumulto de chicas con ansias de un chime, -¿estará embarazada?-
-no lo creo, vive sola-, criticaban sin hacer mínimo esfuerzo por ayudarla.

La señora que limpiaba traía de las manos a un hombre fornido que cuidaba la puerta, para cargarla hasta el sofá de invitados. La levanto sin vacilar como a una pluma y la dejó acostada aun sin poder entrar en razón, haciendo salir a la jefa de su cueva. -¿Qué es lo que ocurre aquí?, ¿Cuál es el motivo del alboroto?-, caminó separando las aguas por entre el tumulto. Todos hicieron silencio ante el pequeño personaje que les gritaba con voz nada suave. –esta ardiendo en fiebre esta chica y se ha desmayado- concluyó el corpulento hombre que miraba a la llamada “jefecita” por entre los lentes negros, con la cara como si estuviera a punto de estrangular a alguien. Parecía nunca cambiarla.

-llévenla hasta su casa y que no venga hasta que este bien… esa niña nunca se preocupa por su salud primero, ya me tiene hastiada… aun que nunca falla- presumió al final acercándose a ella y abofeteándole la cara suavemente para que reaccionara. –despierta y vete a descansar niña tonta, ¡y mas te vale que estés bien después!-

Y allí estaba, como en su lecho de muerte, justo como tanto odiaba. Sentía un frío que la congelaba proveniente de la pared frente a su cama, -¿Por qué esta habitación es tan fría?- se preguntaba dirigiéndose a la calefacción bajo las escaleras de madera. Tambaleándose por levantarse de prisa, bajó cada escalón rechinante sosteniéndose de la baranda.

Angie, la chica que se encargaba de la propietaria de la casa, picaba unas zanahorias al escuchar a Elizabeth bajar. Dejó a un lado el afilado cuchillo, agudizando el oído para analizar ¿Qué estaba haciendo?; Clic, Clac retumbó en toda la casa haciendo que Angie saliera de la cocina. –ya me encargue de la temperatura linda, ¿Qué ocurre?- dulcemente le indicó retirando de sus manos, todo rastro de vegetales con una toalla.

Elizabeth sonrió y sin decir nada asintió con la cabeza. Nunca había tenido problema alguno al mudarse en esa habitación, y es que no paraba allí, solo llegaba a cenar y dormir. Subió nuevamente las escaleras avergonzada y mareada por la fiebre constante que le fatigaba, entonces escucho la suave voz de Angie ofrecerle algo de sopa, -esta bien, estaré organizando la habitación-. Aun que estaba mareada tomó el cubo dorado que descansaba en una esquina de su habitación y le llenó de agua para despolvar el lugar.

Organizó las gavetas, despolvó detrás de la cama aun que tuvo que descansar más de tres veces por moverla a un lado; detestaba dejar los espacios imposibles sin despolvar. Después de doblar sus sabanas y arreglar la cama para volverla a usar, se concentró en el armario que sobresalía por alguna razón y sin pensarlo dos veces empezó a moverlo para deshacerse del polvo detrás.

-¿Qué hace esta puerta aquí?- se dijo a si misma estornudando una y otra vez. Respiró hondo y se valió de la firmeza de la pared para empujar más el armario e inmediatamente sintió el frío en sus dedos. La pared, estaba fría como si estuviese nevando afuera, pero era imposible, ¿Cómo podía estar helada la pared si el día estaba soleado?...

Retiró la tela de arañas que colgaba uniendo la puerta con el armario e intentó abrir inútilmente la cerradura. Quería probar su suerte aun que sabia que no lo lograría, después de todo había una razón por la cual las personas que vivían allí, escondieran la puerta y esa razón le estaba llenando de locas ideas, la cabeza de Elizabeth.

Sin lugar a duda, si la encontraban husmeando esa puerta la echarían del lugar. Antes de alquilar la habitación le habían hecho una serie de preguntas tan extrañas que ya empezaban a cobrar sentido. Echó un vistazo a la puerta para ver si le había puesto el seguro y se introdujo nuevamente entre el espacio del armario y la puerta. -no suelo ser curiosa pero ya no es curiosidad, es una necesidad…- se retiró el fino sujetador de pelo que le sostenía los cortos mechones y con cuidado de no romperlo, intentó quitar el seguro.

Crac, Crac, sonaba el sujetador dentro de la cerradura -¿Qué es lo que tiene esta puerta?- susurró forcejeando sin hacer mucho alarde. Hasta entonces el frío de la habitación había sido bastante incomodo pero no tanto como la tenebrosa brisa que percibió en sus cubiertos tobillos; fue como hundir el pie en nieve, llevando puesto tan solo unos calcetines finos. Elizabeth abandonó la cerradura sintiendo su piel erizarse y progresivamente las manos heladas de alguien mas cubriendo su delgado brazo.

Abrió los ojos asustada como una cría y con todas las ganas de salir corriendo se golpeó la cabeza con el armario, desmayándose inmediatamente…

Hasta aqui puedo compartirlo con ustedes..... XD lo siento pero seguiré subiendo mas después ^^

Card Captor Sakura OST ( Lattest Judgement )



Sakura Card Captors es mi serie favorita, a pesar de ser muy magical puffy girl, pinky y muy fresita, fue la que me empujo definitivamente al mundo de otaku ^^...
quiero compartir este OST porque es uno de los tantos que me gustan XP